viernes, 23 de diciembre de 2011

CON BELLEZA, sin rabia, pero sin olvido

No podemos dejar pasar el mes de diciembre sin recordar a los compañeros de la Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ), asesinados en 1990 por una unidad de élite de la policia, dirigidos políticamente por el entonces Ministro del Interior Guillermo Capobianco (del gobierno mirista de Jaime Paz) junto a su Jefe de Inteligencia Carlos Valverde ("sin letra chica").

En su oposición al neoliberalismo que se venía imponiendo en Bolivia, el CNPZ había optado por la lucha clandestina, una de cuyas acciones había sido el secuestro del gerente de la Coca Cola en Bolivia (Jorge Lonsdale).

Sin poder resolver el caso, el gobierno había solicitado el apoyo de la inteligencia española y francesa (especialistas en la lucha antisubversiva nacionalista), ademas de la inteligencia israelí (expertos en torturas contra los luchadores palestinos).

Un vasto plan de investigaciones supuso la detencion masiva de estudiantes de sociología, sicología y humanidades quienes, sometidos a sesiones de tortura, fueron señalando pistas para dar, primero, con la identidad de los componentes de éste grupo armado y, luego, los contactos, relaciones, lugares, etc.

El operativo final se inició a las 10 de la noche del 4 de diciembre, rodeando toda la manzana e interrumpiendo el tráfico vehicular. Durante toda la noche, las fuerzas especiales tomaron posiciones estratégicas y se instalaron los francotiradores. A las 6 de la madrugada del 5, llegó la orden de proceder.

Despues de una primera descarga de fusilería y granadas, ingreso un grupo especial de asalto, en medio de un tirotero ensordecedor... y luego otro grupo... y luego uno mas.

Tras unos momentos de silencio, se vió aparecer a dos "guerrilleros" atados de las manos y llevados por comandos enmascarados hacia la terraza posterior de la casa donde habían permanecido; gritos y luego descargas de ametralladora... fueron lanzados al vacio y luego rematados.

Para ese instante, ya se habían hecho presents los medios de comunicación que tomaron alguna de estas imagenes... Unos instante despues, fueron sacadas con las manos en alto, dos o tres personas mas... "la tele los había salvado".

Para no olvidarlo, nuestros caidos fueron Luis Caballero, Oswaldo Espinoza y Miguel Northfuster. Sus edades entre 24 y 28 años... la misma que muchos de nosotros tiene en este momento. Algunos de ellos (muertos o presos) vivían en El Alto, otros en las laderas de La Paz o en los barrios populares de Santa Cruz... eran morenos, flaquitos, trabajadores del arte y la cultura popular... tan parecidos a nosotros.

Habían elegido como símbolo el sol que anuncia el amanecer; amanecer que "amenaza" y huye, que a veces se presenta como ilusión y debe convertirse en realidad... con belleza, sin rabia, pero sin olvido.

Facil sería llamarles heroes; es una manera de separarlos del comun de nosotros, el casi endiosarlos y cponferirles poderes extraordinarios... es una manera de lavarnos las manos. Mejor los llamaremos COMPAÑEROS, que tiene mas sentido de compromiso.

Es por eso, si alguna chispita se encuentra en nuestras canciones, en las historias titiriteras, en los exabruptos radiales o los trazos en los lienzos... viene de ese sol que anunciaba futuro.

No hay comentarios: