miércoles, 3 de febrero de 2010

Los artistas y los medios

Estar frente a los medios es cosa rara. Al contrario de lo que se comenta, nada es una sorpresa, pero no se puede acusar a los periodistas de este desbarajuste, ellos son trabajadores que responden a una línea empresarial que les da de comer y si no hacen lo que se les ordena…

¿Por dónde comenzamos?

En muchas ocasiones, hemos sido participes de intentos de producciones alternativas, de entrevistas diferentes por parte de jóvenes universitarios que, apasionados aún con su carrera, hacen funcionar su imaginación. Luego de algunos años dejan de intentar porque a nadie le interesan las buenas intenciones, ni las buenas ideas: si no vende, no entra, esa es la lógica, lógica que se la asume en todos los ámbitos: “no papito, tienes que hacer algo más bailable, si no te vas a morir de hambre”. Esa es la forma en la que nos ha educado un estado colonial y capitalista, mediante el miedo al hambre: puesto que ellos son los que disponen nuestra fuerza de trabajo, disponen a su vez de lo que se produce. Y bueno, los medios se han convertido en expertos para hacer mercancías de todo y algunos “artistas” lo han aceptado asumiéndose creadores de mercancías vacías. Su reflexión es tan básica como ofensiva: Hay que hacer “cultura”, hay que ir a los boliches a entrevistar a los que nos contaron que hacen cultura, hay que comenzar a convertir al artista en un inalcanzable para darle su lugar, para darle un lugar que nos genere rédito ¡hay que crear rock stars! De esa manera los medios generan íconos que luego venden ¿a costa de qué?

El otro día no pudimos evitar ver la tele cuando comíamos en la pensión y vimos a un tal X (lo llamaremos así) diciendo algo como: “…lo que pasa es que nos malacostumbran: un día vienen y nos hacen sentir como estrellas con sus micrófonos, nos hacen firmar autógrafos y al día siguiente nos tratan como unos mortales comunes y corrientes más…” ¡queeeeeeé! – Gritamos al unísono con todos los compañeros que estábamos allí- si este no es común para nada… ¡es un corriente!

¿En qué tipo de burbuja puede estar viviendo una persona que habla de esa manera?, ¿No siente vergüenza al hacer ese tipo de declaraciones? Luego, nos enteramos de que el X había ganado el premio a la “canción del año” en los ahora famosos premios Videomanía (¡que vienen con alfombra roja y todo!). Bueno ¿De dónde viene esa parafernalia?, ¿La mejor canción boliviana se canta en inglés? ¡Ah! Y luego se le viene a la mente a uno MTV (emtiví): portal de los adolecentes enajenados de su realidad, enamorados de la contaminación norteamericana. “Rock stars”: Chiquillos que venden: les dictan los peinados, la ropa y hasta los discursos, les producen discos con miles y miles de dólares pero claro, el resultado no puede ser adverso para quienes producen: venden, a diferencia de nuestros artistas que no lo hacen, pero continúan enamorados de los estereotipos que les ha creado la industria cultural de la mano de los medios ¿por qué?, ¿falta de creatividad, de amor propio? ¿Incapacidad para generar otro tipo de espacios y de propuestas? ¡hay que escucharlos hablar! están enamorados de sí mismos y cuándo les preguntas acerca de su trabajo, te hablan del trabajo de otro.

¡Ellos no existen! son íconos, dioses que hacen dinero “bling, bling”… De lo que se trata, en nuestra perspectiva, es de pensar y actuar de acuerdo a los principios básicos de la inteligencia de un trabajador, recuperar tu capacidad de transformar el mundo y de mover la historia colectivamente, y eso no se logra apuntando a los medios pues los medios no son el fin.

Cuándo hemos escuchado a un zapatero o a una doñita que trabaja todo el día vendiendo pastillas permitirse decir algo como “los famosos” o aparecer en programas basuras como “No somos ángeles” por dar un ejemplo. Compañeros periodistas y artistas empecemos a luchar por recuperar la dignidad que viene de la mano de nuestra fuerza de trabajo. Dejemos las poses, pues seguir con esta lógica genera una mayor y más continua explotación: que nuestras ideas se expresen para la libertad no para la opresión.

Ojo, ninguna de estas apreciaciones se han hecho de manera personal, los personajes nombrados son anecdóticos y pueden tener cualquier nombre, pues todos repiten lo mismo, y lo hacemos como trabajadores abiertos opiniones.

Mauricio Canedo

QUIMBANDO