viernes, 20 de abril de 2012

Títeres y música: nuestro cotidiano actual

Quimbando -como parte del Colectivo Katari- ha tenido que repartir sus labores (por esta semana) entre el FESTITIERES 2012 y la grabación de nuestro 4to disco.

Llevar a cabo el Festival de Títeres en la Casona del Mayorazgo es una tarea desafiante, dado que desde la propuesta independiente se pretende dar vida a un espacio que no tiene otros ocupantes que no sean la soledad o los zancudos; es también un esfuerzo inmenso que -como lo que sucedió con el teatrito del Parque Vial-requiere una inversión de esfuerzos, energías, paciencia, tiempo... sin remuneración alguna.

Es nuestra certeza que éste puede convertirse en otro espacio para el arte y la cultura vivas... ir mas allá de lo que conocemos como museo, donde se "exponen" propuestas...
¿Será que los distintos colectivos artísticos, agrupaciones teatrales, músicos innovadores, artistas plásticos, cineastas, murguistas, poetas... se animan a CONTRUIR UN ESPACIO ENTRE TODOS Y PARA TODOS? ¿Podremos por un momentito pensar que el futuro se construye y NO solo se reclama para que otros lo hagan? ¿Hasta donde llega nuestro compromiso?

Cambio de tema. Vamos a la musica con dos novedades.

CUARTO DISCO

Estamos en la grabación de las últimas 3 canciones, ademas del registro de la batería y el bajo para todas las piezas que incluiye nuestra mueva producción. Esperamos presentar el disco a fines de agosto... o un poquito mas allá.

QUIMBANDO EN LA PAZ

Si los astros no conspiran, estaremos en La Paz el 24 y 25 de mayo. En esta oportunidad esperamos realizar "buenos tratos" con los productores o propietarios de boliches. SE RECIBEN PROPUESTASSSSSS

Abrazos camaradas y camarados

jueves, 5 de abril de 2012

Arte, espacio público y estupidez autoritaria

El día soleado, la plaza despejada. Sin demasiada pompa nos instalamos para festejar siquiera simbólicamente el día mundial de los títeres. Estábamos casi todos los del colectivo Katari, apoyando a Elwaky y de invitados especiales: Karina y Bernardo, de “Trapitos y botones”.


Grober y los quimbandos armaron el sonido para que -como cada domingo que salimos- una selección especial radial comenzara a sonar y convocar a la gente.

En esas estábamos, armando los teatritos lado a lado para hacer una mini-maratón de títeres, cuando aparecieron los hombres azules. Eran los guardias municipales, viejos conocidos que cada domingo surgen de las profundidades de la fuente de agua, para encarar la noble tarea de pedirnos el permiso para estar allí.


Me explico: No nos piden permiso para estar ellos allí (se lo daríamos, creo) sino que exigen ver un papel oficial que nos dé (¡a nosotros!) permiso para hacer esta actividad. Este tipo de papel no existe. Todas las actividades en la plaza están prohibidas. Entonces ¿qué piden? ¿Un “incentivo” monetario para olvidar esa regla sagrada?


De todas formas, no nos importa. Para nosotros, las actividades artísticas no necesitan permiso para ocupar cualquier espacio de la ciudad. Así de simple, aunque claro, podríamos detallar algunos criterios: idealmente no lucrativas (para liberar el espacio que ocupamos, para conectarnos y no por publicitar a un auspiciador o financiador), hechas por el simple gusto y necesidad de hacerlas.

Pero ya estamos curtidos. El asunto del parque Vial puso a prueba nuestras reservas de paciencia.


Discutimos, casi no nos movimos (nos hicieron girar un parlante), los despachamos. Media hora después, en plena función, vimos una camioneta llena de guardias parquear en una esquina de la plaza. Bajaron y al acercarse vieron a l@s niños sentad@s en el suelo, atentos. Sus padres y madres concentradas, tranquilas, disfrutando los títeres. Por esta vez, los guardias se callaron. Se miraron. Se marcharon.

La leyenda advierte que volverán. Nosotros también.