La experiencia de la Cumbre puede darnos a pensar que al menos hay tres maneras de ver y practicar el arte y la cultura… todas, fruto del proceso histórico del que somos resultado.
Por un lado, la práctica comunitaria, cotidiana y natural de los pueblos con mayor raigambre en estas tierras, donde todo está integrado en una unidad armónica, donde todos o casi todos son todo… donde el arte y la cultura son vida y no espectáculo; por otro, mas bien una práctica especializada, donde es clara la diferencia entre el público y el artista…. entre el que propone y el que aplaude… donde uno es el “activo” y otro el “pasivo”. Una tercera concepción y práctica será más bien mestiza… un poquito de esto y otro poquito de aquello.
En dicho panorama ¿Se podrán generar procesos de integración artístico culturales de realidades tan distintas? ¿No será acaso tarea valedera mas bien la de fomentar desarrollos paralelos, de respeto mutuo, de convivencia? ¿No será mejor la tarea de conocernos y difundirnos… para saber que así somos... así de distintos, así de auténticos?
Grober Loredo
1 comentario:
Que hermoso fue verlos en la cumbre,no podían faltar, que bella es su música, es !increible!.
Somos admiradores de Quimbando y nos enorgullecemos de que sean bolivianos.
Reciban un saludo de su amiga Jimena Arteaga.
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